Al menos en principio huire del surrealismo preso del romanticismo, porque el 13 no es más que una medida inventada.

Pues no hay nada de real en el nombre de un día más allá que la referencia usada para excusarme hoy y empujarme frente a la luna que hoy aprecio más luminosa por ti.

Los haces de luz reflejados luchan contra las nubes que te disipan y me mantienen buscándote un ratito más en esta noche de verano. Y se vuelve a ocultar nuevamente como si de un juego infantil se tratase. Puedes esconderte cuanto quieras pues yo te encontré hace tiempo. Y aunque quieras juego de niños a mi hoy no me apetece jugar.

Prefiero respirarte y sentirte en cada exalacion fresca que alivia lo pesado de tu ausencia. Y envolverme en dulces recuerdos que avivan la llama de mi vida.

El 13 no es más que la medida inventada, pues no es el día de mi visita para eso tengo el resto de vida. Fue la medida usada que en parte inicio mi camino pues no es mi camino camino sin tu trece de julio. Parte de mi origen y de mi fin que jamás acusare devolverte. No sé trata de un regalo de vuelta sino de un hogar más en el que sigues habitando.

Desde que viniste todas las lunas son 13 de julio y yo saltaré junto a ellas a tu encuentro.

Te quiero abuela.

CARLUFO.